MEJORAS AL ANÁLISIS DE RASGOS FACIALES

Un sistema de biometría facial permite establecer la identidad de una persona, analizando los rasgos de su cara. En general, un sistema de esta naturaleza cuenta con un dispositivo de captura, que toma una foto de la cara de la persona a ser escaneada y la compara con los registros de una base de datos, usando un software especial.

Los sistemas biométricos, que hacen análisis de rasgos faciales, tienen tareas desafiantes que llevar acabo, por ejemplo, verificar la foto de una persona y contrastarla con una base de datos de infractores. Dicha tarea se puede hacer muy difícil cuando los sistemas usan imágenes de baja calidad, lo que sucede con bastante frecuencia. En la actualidad, investigadores del Instituto Nacional de Estándares y Tecnología, en los Estados Unidos, han establecido nuevos pasos, que pueden mejorar ampliamente la calidad de las imágenes faciales, que se obtienen en terminales aéreos o marítimos. Además, este instituto también ha encontrado la manera de introducir mejoras a la tecnología de análisis de rasgos faciales, que ya existe en la actualidad.

Las personas que ingresan a los Estados Unidos son fotografiadas, a al vez que se les tomas sus huellas dactilares de forma digital, como parte de  del programa de visitantes, establecido por el Departamento de Seguridad Nacional. Este programa de visitantes   y el Instituto Nacional de Estándares y Tecnología, trabajan de la mano para desarrollar nuevos procesos tecnológicos, para la identificación de personas por sus rasgos faciales.  En un comienzo las imágenes que se recolectaban en terminales no eran de buena calidad, por lo que no eran de mucha ayuda. De esta manera, se hizo un esfuerzo conjunto para introducir mejoras al análisis de rasgos faciales, sin la necesidad de deshacerse de la tecnología ya existente. Para ello se hizo un análisis profundo del proceso de captura de imágenes, después del cual se pudieron establecer varios pasos a seguir y así, obtener imágenes de mejor calidad.  Consecuentemente, se pudo concluir que las fotografías debían ser tomadas con un enfoque total y con cámaras tradicionales, para que las personas pudieran identificarlas y mirarlas fácilmente.

Después de seguir estas recomendaciones y otras más, se hizo una prueba con 300 personas, donde se simularon las condiciones de un punto de ingreso al país. En esta prueba el 100% de las imágenes capturaron la cara de las personas, toda ellas vieron a la cámara de frente, además los investigadores introdujeron mejoras, al usar la superposición de gráficos para poner la cámara en posición adecuada.  De este modo, se encontró una manera sencilla para mejorar el rendimiento de los sistemas de reconocimiento facial ya existentes.